Curiosidades de los apellidos

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El apellido es algo inherente a los seres humanos en la actualidad, al menos a la mayoría de los que habitan en civilizaciones occidentales. Sin embargo, pocas veces las personas se ponen a pensar en qué significará para ellos tener un apellido u otro, y mucho menos aún, si este factor puede llegar a alterar el ánimo, o hasta la personalidad, sólo por su propia portación, algo que nos encargaremos de analizar a continuación.

Lo primero que podemos tener en cuenta con respecto a los apellidos, es que los mismos pueden tener variados orígenes, como por ejemplo patronímicos, toponimos, de oficios, descriptivos, castellanizados, geográficos y algunos más, y que muchos otros a su vez surgen de escribir incorrectamente los primeros, aunque en la mayoría de los casos cada uno tiene su propia explicación.

Sin embargo, eso se queda corto de acuerdo al estudio realizado por el especialista en marketing, Kurt Carlson, quien ha determinado que la rapidez que reaccionan los ciudadanos referente a las ofertas y compras, pero sobre todo teniendo en cuenta que quienes más rápido lo hacen, son las personas que por una cuestión de apellido, se encuentran más rezagadas en una supuesta lista alfabética.

De hecho, se explica además que aquella persona que tiene un apellido que comienza por Z suele ser siempre el último al que le llega su turno y esto se inculca dentro de su personalidad. De la misma forma, una persona cuyo apellido es Álvarez, por citar alguno, sabe que será de las primeras en ser consultadas o llamadas para lo que sea, y es por eso que, en general, cuentan con una mayor seguridad para el trato social.

De este modo, y más allá de que todos los estudios e investigaciones tienen sus propios elementos que no terminan de ser ciertos, tampoco podemos dejar de lado que, en un caso, así, al menos vale la pena echar un vistazo a nuestro alrededor, y considerar los casos de las personas que nos rodean, para observar hasta que punto se cumplen estos patrones de conducta.

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