La humanidad no es consciente de la existencia de un cuerpo de guardianes que protege el universo y que responde al nombre de Green Lantern. Cada uno de los miembros de este cuerpo lleva un anillo que le da súper-poderes basados en la fuerza de voluntad. Cuando el Green Lantern Abina Sur es atacado y llega moribundo a la Tierra, el anillo pasa por primera vez en manos de un humano, Hal Jordan. Hal es un piloto irresponsable y temerario que no sabe qué hacer con sus nuevas habilidad pero rápidamente deberá dominarlas para poder vencer Parallax, una fuerza universal que se nutre del miedo y que quiere destruir el Universo.
Siguiendo la estela de Marvel, DC Comics (con Warner como mano ejecutora) también quiere aprovechar sus creaciones para convertirlas en rentables franquicias cinematográficas. Batman está en manos de Christopher Nolan que dirige la última parte de la trilogía y Zack Snyder está preparando una nueva entrega de las aventuras de Superman. Aparte de sus súper-héroes principales, DC quería encontrar otros personajes que pudieran convertirse en éxitos en la taquilla. Green Lantern era una buena opción teniendo en cuenta las críticas positivas y las ventas de los cómics desde el reinicio de su colaboración con el guionista Geoff Johns. Las buenas intenciones por parte de la editorial y la productora estaban claras. Lamentablemente, los resultados no están a la altura y esta película es un producto irregular, a ratos aburrido y técnicamente discutible.
Fuente: el multicine
