3 cervezas por favor

Entra un señor en un bar. El camarero educadamente le pregunta:

– ¿Qué desea?

A lo que el señor le contesta:

– Quiero… 3 cervezas.

– ¿3 cervezas? – Le pregunta el camarero sorprendido.

– Si, una para mí, otra para ti, y otra para la zorra de tu madre.- Le contesta el señor.

El camarero atónito y mosqueado se aguanta las ganas de darle un puñetazo por decoro y por temor a que le despidan, y piensa… quizás sea la última vez que venga por aquí, y no merece la pena. Pone las tres cervezas.

Al día siguiente el camarero acaba de abrir el bar, cuando de nuevo sorprendido ve como el mismo señor del día anterior entra en el bar.

El señor se acerca hasta él y le dice:

– Quiero que me de 3 cervezas.

El camarero precavido por el día anterior le vuelve a preguntar

– ¿3 cervezas?, a ver ¿para quién son?

El señor le contesta:

– Una para mí, otra para ti , y otra para la zorra de tu madre.

El camarero no se aguanta las ganas, sale de la barra y le da una paliza increíble. Al final el señor se va casi sin poder caminar, pero el dueño del bar no despide al camarero puesto que ve que el comportamiento del camarero ha sido justificable.

Al día siguiente aparece el señor por la puerta con un ojo morado, la pierna vendada, el brazo en cabestrillo. El señor se acerca a él y le dice:

– Quiero 2 cervezas.

El camarero enrarecido le pregunta, dos cervezas, para quién?,

– Una para mí, y otra para la zorra de tu madre. Para ti no, porque te emborrachas rápido y te ponés violento.

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