Hasta hace pocos años, era impensable poder observar un prototipo de belleza mundial que tuviera un clásico rostro asiático, con sus ojos más bien estirados, y aunque en la actualidad existen verdaderas hermosuras de esta parte del mundo que son así consideradas por todos los hombres, está claro que aún quedan algunos resabios de aquellas antiguas creencias, y que se transforman en pesadillas para las niñas orientales.
De hecho, una clara muestra de lo que mencionamos anteriormente, es el caso de una joven modelo japonesa, llamada Vanilla Chamu, quien se realizó cerca de 30 cirugías plásticas para convertirse en lo que ella denomina “la típica muñeca de porcelana francesa”, lo que lógicamente le llevó a perder todos los rastros lógicos de una persona nacida en su país de origen y con toda su familia nipona, como era su situación.
Concretamente, la joven se hizo famosa tras su aparición en un programa de televisión japonés, en el que mostró la transformación estética a la que se había sometido a través de fotografías que iban dejando ver el paso del tiempo, lo cual causó conmoción entre muchos de los presentes y los espectadores, porque de algún modo estaba negando las raíces que comparte con todos ellos.
Entre todas las intervenciones a las que fue sometida esta mujer, en tanto, se pueden destacar algunas como por ejemplo el que se retocó los ojos, se aumentó los pechos, se sometió a varias liposucciones y definió sus pómulos para que quedaran como los de una joven occidental y ya no oriental, con un gasto que ella calcula en alrededor de los 100.000 dólares.
“Quiero ser una muñeca porque a las muñecas nadie las llama feas”, comentó ella misma a la hora de justificar esta transformación física a base de operaciones, y antes de señalar a los medios que ahora tiene pensado someterse a un tratamiento que le permitirá crecer varios centímetros en los próximos meses.