A la mayoría de los adolescentes, les molesta y da vergüenza que los adultos les aconsejen sobre el sexo, cuando lo único que pretendemos es protegerles cara a las enfermedades de trasmisión sexual y embarazo.
Muchos de ellos buscan información en Internet, libros, o en los propios amigos, sin parar a pensar que sus padres están en el deber y obligación de educarles e informarles también sobre este tema, pero sienten vergüenza, pudor, y no preguntan ni hablan de ello.
Luego tienen que hacer frente a las primeras exploraciones que el propio cuerpo les pide (masturbación) y atracción y primeras experiencias con el sexo opuesto, que en ocasiones terminan en decepciones, y no siempre en buenos recuerdos. Deben abrirse a las personas cercanas, con experiencias anteriores que les pueden aconsejar sobre todo sobre usar protección, qué hacer ante un abuso,violación,desilusion,contagio e incluso embarazo, pues por desgracia es un tema el cual tiene varios caminos, no siempre con buenos finales para el recuerdo.
Debemos informarles en segundo plano, sin agobios,sin presiones,y sin que se den cuenta de que les decimos lo que deben hacer, para que no se sientan presionados ante nuestros consejos, y dejar y aceptar que deben equivocarse por ellos mismos, por mas que nos duela como padres, estaremos ahí para recogerlos cuando haigan caído, y si tan solo han tropezado, también les ayudaremos para seguir para adelante en el camino tan duro, como es la vida, pues para ello estamos, ante todo para darles ejemplo, sobre todo demostrarles entereza y madurez ante los problemas y sensatez para solucionarlos.
Fuente: Puleva salud