Muchas veces las injusticias que los bancos cometen con sus clientes provocan en ellos reacciones inesperadas. Justamente esto es lo que sucedió recientemente en la ciudad brasileña de Sao José de Río Preto, a 450 kilómetros de Sao Paulo, donde una jubilada de 73b años se presentó armada para exigir la devolución de 25 dólares, unos 50 reales en moneda local, según informó la prensa sudamericana.
Los testigos cuentan que la mujer, identificada como Janet Benfatti, entró con un revolver cargado a una de las agencias que el banco Itaú posee en la ciudad, buscando concretamente a una cajera que la había atendido algunos días antes, la misma que le había negado la posibilidad de retirar ese montante de dinero que mencionamos, de modo que comenzó a amenazar a todos los presentes tan pronto se dio cuenta de que no podía encontrarla.
“Sólo noté que el dinero faltaba cuando llegué a casa, en la tarde y hoy como me dijeron que la cajera no trabajaba le mostré el arma al gerente y le dije que quería el dinero que faltaba”, explicó esta mujer brasileña, haciendo referencia al retiro de unos 250 dólares que había llevado a cabo anteriormente, de modo que le faltaba un 10% del mismo.
En ese momento, y ante el estupor de los demás cliente del banco, el gerente de la sucursal en cuestión atendió a la mujer y le dio el dinero que esta exigía, aunque posteriormente llamó a la policía, que logró identificarla a algunas cuadras por el tipo de automóvil que conducía, detendiéndola para hacerle las preguntas respectivas del caso, además de registrar el arma.
Posteriormente se supo que la anciana, profesional de filosofía y letras, fue detenida y liberada horas más tarde, aunque sólo tras pagar una fianza de 630 reales, es decir, unos 315 dólares, cantidad superior en más de 13 veces a la que ella reclamaba durante la acción armada.
