¿Quien iba a pensar que algún día estudios inesperados lograrían descubrir otra virtud en una naranja?
Pues es así, esta fruta que tanto nos ayuda permitiéndonos la obtención de primordiales vitaminas, también es buena (según se ha descubierto), para el uso en prisiones como un «sedante» pasivo y no dañino; ya que su aroma tranquiliza a los prisioneros más violentos y peligrosos.
Esta investigación y/o experimento se ha llevado a cabo en la cárcel Rotterdam de Holanda, donde las fuertes peleas se habían convertido en una problemática incontrolable, tanto, que llegaron a sedar con calmantes a los convictos. Hasta que un buen día decidieron buscar una nueva alternativa menos «directa», puesto que la mayoría de los criminales son drogadictos…
En sí, el procedimiento consta en exponer a los presos al aroma de las naranjas a través de la ventilación de sus celdas. La policía de Rotterdam asegura que los reclusos se volvían mas calmos y vulnerables cuando el experimento era llevado a cabo, y Herma Heester, jefe de la división de asistencia social de la policía, dijo «Es asombroso, las peleas en las celdas han disminuido notablemente y estamos usando menos drogas calmantes que antes…»
Durante años se han buscado distintas alternativas para controlar a los presos de las cárceles, pero que esa solución sea el aroma de naranjas, sorprende a cualquiera.
Vía│losandes.com