Maldita la gracia de las bromas que nos hacen cuando estamos en plena dormida de la borrachera. Es algo que odio con todo mi alma; que si espuma de afeitar en la cara, que si pintarnos con un bolígrafo por todo el cuerpo, ponernos cosas encima, movernos para terminar durmiendo en sitios que jamás pensaríamos…
Dentro de lo que cabe eso es hasta soportable, ¡pero que me quemen con un spray y un mechero a modo de soplete! Es toda una #@$%… Es que nos leen niños y no podemos utilizar improperios mayores.
Os prometo que me parece una de las bromas más pesadas que he visto hasta ahora.
Vía: WTF