Una persona ciega puede optar a tener como ayuda a un perro lazarillo que se convierte en sus ojos y con el que la relación se estrecha hasta el punto de convertirse en uno solo.
Sin embargo, cuando el perro es un ser impuro, o al menos la saliva del mismo, según las enseñanzas del islam, si eres musulmán y muy religioso, tener un perro lazarillo puede ser algo imposible.
Quizás sea por eso que Mona Ramuni, una joven de 29 años, ciega, tiene un poni enano como lazarillo para ayudarla a hacer las cosas cotidianas del día a día.
Cali es el nombre del poni lazarillo, un caballito de unos 45 kilos y de una altura más bien similar a la de un perro bien grande.
En la fotografía puedes ver a las dos. En cuanto a lo social, hay muchas opiniones al respecto, unas piensan que está bien y otros piensan que no debería ser así.