Los cerdos de granja son por lo general apacibles, animales que no tendrán inconveniente en compartir su territorio, y mucho menos con la persona que se encarga de alimentarlos a diario. Sin embargo, por estas horas ha conmovido al mundo el caso de Terry Vance Garner, de 70 años, quien fue literalmente devorado por sus cerdos particulares, en causas que aún no se han determinado de forma concreta.
Lo cierto del caso es que este hombre, fue a alimentar a los cerdos en su granja el pasado miércoles, pero nunca regresó, y uno de sus familiares descubrió que había sido ferozmente atacado por los animales que ellos mismos se encargaban de cuidar, siendo una noticia que estremeció a todo el estado de Oregon, por el miedo de los demás granjeros acerca de que pueda volver a ocurrir algo semejante en estas semanas.
De hecho, sólo se encontró su dentadura postiza y partes de su cuerpo en la cochinera, pero el resto del cuerpo fue consumido, algo que sólo podría explicarse si se tuviera consideración de que los cerdos hacía días que no eran alimentados, y según informaron sus propios allegados, no se trataba de una situación así, ya que Garner cuidaba de ellos religiosamente.
Por otro lado, los investigadores también han intentado aportar su grano de arena a resolver el misterio de estos cerdos asesinos, y consideran que pudo tratarse de que Garner sufriera un paro cardíaco en el mismo momento en el que se encontraba alimentando a los animales, o que alguno de ellos lo tumbara por error.
Una vez tendido en el piso, según los especialistas, se pudo haber hecho imposible para los cerdos distinguir a su amo del resto de la comida, por lo que evidentemente no tendrían problemas en comer su carne como cualquier alimento que se les arroje, al tiempo que el fango en el que habitan estos mamíferos pudo haber evitado que el granjero emitiera algún pedido de auxilio.