Bueno, venga, todos sabemos que los hay raros, y muy muy raros… en este caso sobre pasa la idiotez extrema, porque os aseguro que hay que estar muy colgado para llegar a hacer este tuneado de cabeza como lo llama él.
Simplificando, se rapa un trozo de pelo de la cabeza y se planta un interruptor. Menuda idea… que alguien le dé un pin, por dios.
Vía: fun fun fun