Espero que ese invento no llegue jamás a España, porque eso de ponerse un collar como los que usan los perros para no lamerse las heridas, con la función de aislarnos y no distraerte en la oficina y centrarte en tu trabajo, me parece un poco exagerado, no creéis.
Además, cómo narices puedes respetar a alguien con esto puesto en la cabeza.