Si, ya se que a estas horas no es muy bueno hablar de dormir porque lo más seguro es que tengas ganas de echarte un sueñecito y, si estás trabajando, es algo difícil de hacer, pero los ojos no parecen entender eso y es posible que se te cierren sin poder evitarlo (y la boca se te abra tratando de llamar tu atención).
Pero no, no te digo que te vayas a dormir ya pero si te pregunto, ¿cómo duermes? Porque hay muchas posturas y siempre uno debe saber cuál es la suya favorita. Aquí por ejemplo en este dibujo tenemos una serie de imágenes con las siete posturas más habituales en las cuales las personas duermen.
Por supuesto, no es que durmamos siempre, las 8 horas o menos de sueño que pasamos en la cama en esa posición, pero para conciliar el sueño seguro que hay alguna especial, una que te gusta más que otras.
En mi caso la postura es la uno y la cinco, pero yo suelo hacer muchas variaciones de esas posturas porque no es que duerma precisamente así (por ejemplo, cuando estoy boca abajo hay una pierna que tengo levantada más que la otra y pobre el que se acerque en ese momento porque no se dónde iría a parar el rodillazo).
La postura que casi todos adoptamos es la uno, es una postura más de protección, de sentirnos más pequeños de lo que somos y más recogidos, como si algo nos hiciera encerrarnos en nosotros mismos.
Lo que sí veo es que ninguna de las posturas hacen referencia a las personas que necesitan toda la cama para ellos solos, que se estiran y estiran hasta el punto de tirar de la cama a la otra persona porque les estorba.