Aquí os pongo varios ejemplos de esos exámenes en los que no tienes ni zorra pero tampoco quieres quedar muy mal con el profesor. O, por otro lado, también podría verse como una buena manera de cachondearte a sus expensas.
Examen 1
A Peter le piden en el ejercicio que «expanda» la ecuación y claro, va Peter y la expande. Encima la profesora va y dice que «Muy simpático Peter», ¡pero si está bien expandida!
Examen 2
Claro, si el límite de 8 es un 8 tumbado, ¿por qué no lo va a ser con el 5?
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Examen 3
Yo en serio que cada vez entiendo menos a los profesores. Le piden hallar X, pues ahí está la X!
Examen 4
A mí siempre me dijeron que en una división se puede tachar dos números iguales en numerador y denominador para simplificar. En este caso quedó raíz de nada, que equivale a nada. Lo que no entiendo es por qué se lo pone mal…
Examen 5
Un examen resuelto por una rubia. Como en el ejemplo anterior, si puedes simplificar y tachar cosas, aunque sea una «n», perfecto. Al final le ha quedado «six», más claro que el agua, esa tiene que ser la solución.
Vía: Inmense World