Los dispositivos móviles se han convertido en una herramienta muy habitual en nuestro día a día, tanto para el entretenimiento como para el aprendizaje de los más pequeños. A pesar de sus muchos beneficios, su uso puede suponer un importante riesgo para los más pequeños si no se gestiona de forma adecuada. Saber protegerlos mientras lo utilizan es clave, así como evitar el acceso a contenido inapropiado, proteger su privacidad o prevenir su uso excesivo.
A continuación os ofreceremos una serie de consejos para garantizar su seguridad mientras utilizan esos dispositivos.
1. Configurar el control parental
La mayoría de los dispositivos móviles incluyen herramientas de control parental que permiten a los padres limitar el acceso a ciertas aplicaciones, bloquear contenido inapropiado y establecer límites de tiempo. Configurar estos controles desde el primer uso es esencial para garantizar un entorno seguro para el niño. Algunos sistemas operativos ofrecen perfiles de usuario específicos para niños, lo que facilita aún más la gestión del contenido al que pueden acceder.
Por ejemplo, tanto en Android como en iOS, puedes crear un perfil infantil que permita descargar únicamente aplicaciones que hayan sido verificadas para esa edad. Además, muchas aplicaciones educativas y de entretenimiento incluyen controles adicionales para asegurarse de que los pequeños no interactúen con contenido inapropiado o accedan a funciones que no son necesarias para ellos.
2. Limitar el tiempo de uso
Establecer un límite de tiempo para el uso de los dispositivos móviles es crucial para evitar que los niños pasen demasiadas horas frente a la pantalla. El uso excesivo de dispositivos electrónicos puede afectar el desarrollo físico y emocional de los niños, y reducir el tiempo que dedican a otras actividades como jugar al aire libre, leer o interactuar socialmente.
Utiliza las funciones de temporizador o límites de tiempo que muchos dispositivos móviles incluyen para controlar el uso diario. También es recomendable mantener una rutina equilibrada, en la que el tiempo frente a la pantalla se combine con otras actividades recreativas y educativas.
3. Seleccionar aplicaciones adecuadas para su edad
Es fundamental asegurarse de que las aplicaciones que descargan los niños sean apropiadas para su edad y nivel de desarrollo. Muchas tiendas de aplicaciones clasifican los juegos y herramientas educativas según la edad, lo que facilita la elección de contenido adecuado. Además, existen múltiples opciones de aplicaciones diseñadas específicamente para el aprendizaje, la creatividad y el entretenimiento saludable de los niños.
Es aconsejable investigar sobre las aplicaciones que tus hijos desean descargar, leer reseñas y asegurarse de que no contengan publicidad invasiva o funciones que puedan ser perjudiciales, como compras integradas.
4. Activar el bloqueo de compras
Un riesgo común al que se enfrentan muchos padres es el de las compras no deseadas dentro de las aplicaciones. Los juegos y aplicaciones pueden tener opciones de compra que los niños, sin saberlo, pueden activar. Para evitar sorpresas en la factura, asegúrate de desactivar o bloquear las compras dentro de las aplicaciones mediante una contraseña o confirmación de pago.
Este tipo de protección también sirve para evitar que los niños descarguen aplicaciones sin supervisión o accedan a contenido de pago sin autorización.
5. Supervisar su actividad en línea
Aunque es importante enseñar a los niños a ser autónomos, la supervisión activa es clave para garantizar que estén navegando de manera segura en línea. Esto no significa que debas vigilar cada movimiento que hagan en el dispositivo, pero sí es recomendable estar al tanto de las aplicaciones que utilizan, las páginas web que visitan y con quiénes interactúan en plataformas en línea.
Algunos dispositivos móviles incluyen informes de actividad que permiten a los padres revisar qué aplicaciones se han utilizado y cuánto tiempo han pasado en ellas. También puedes hacer revisiones periódicas de la tablet junto a tu hijo, lo que puede fomentar una cultura de confianza y diálogo sobre el uso de la tecnología.
6. Instalar aplicaciones de seguridad
Instalar aplicaciones de seguridad específicas para proteger el dispositivo de virus, malware y contenido inapropiado es una excelente medida preventiva. Hay varias aplicaciones que ofrecen filtros para bloquear sitios web no seguros y que permiten a los padres monitorizar la actividad en línea de sus hijos de forma remota.
Las aplicaciones de seguridad también pueden ayudar a localizar el dispositivo en caso de que se pierda o sea robado, y permiten configurar alertas si se detecta algún uso sospechoso o actividad inusual en el dispositivo.
7. Educar a los niños sobre la seguridad digital
La seguridad en línea no solo se trata de herramientas y restricciones; educar a los niños sobre los riesgos que pueden encontrar en internet es vital para que desarrollen un comportamiento responsable. Explícales la importancia de no compartir información personal, como su nombre, dirección o datos bancarios, y enséñales a reconocer contenido inapropiado o potencialmente peligroso.
Además, es importante que los niños comprendan el valor de la privacidad y el uso adecuado de las redes sociales, si las usan. Pueden aprender que, aunque el dispositivo móvil es un recurso de entretenimiento y aprendizaje, siempre deben usarla de manera segura y bajo supervisión.
La seguridad de los dispositivos móviles para los más pequeños de la casa depende tanto de la configuración adecuada del dispositivo como de la supervisión y educación continua. Con un enfoque equilibrado y el uso de herramientas tecnológicas adecuadas, los padres pueden garantizar que sus hijos disfruten de los beneficios de la tecnología sin exponerse a riesgos innecesarios.