Existe un dicho que dice, que el que no oye un consejo no llega a viejo, ¡cuántas veces te han repetido esto! y es cierto, dar una mano es bueno en algunos momentos, pero hay que saber quien la da.
Los consejos hacia los jóvenes son como el agua, ya que todo el mundo tiene muchos, y ¿sabías que a las personas les encanta dar su opinión por algunas razones, para parecer sabios, para convencerte que ellos saben mucho y para que veas que ellos también se preocupan por tu vida?
Algunos tienen la manía de darte un consejo, por decirlo de otra manera, sin ser solicitados, ya que a veces no existe nada más insoportable que oír estas palabras, “escúchame, que te voy a decir lo que tienes que hacer”, esto es cuando tú no has solicitado su opinión.
Fíjate bien en dos cosas importantes, sigue solo las recomendaciones de las personas que están preparadas para ayudarte. Y si eres tu quien lo va a dar, hazlo solamente si te lo piden. Yo lo hago a veces pero jamás me tomo la libertad de dar un consejo cuando no me lo solicitan. En mi opinión es que el aconsejar es un oficio tan común que lo hacen muchos, sin embargo, muy pocos lo saben hacer bien.
Fuente: propia
