La mente de los niños es impenetrable y misteriosa, y personalmente he tenido varios casos de niños que realmente no he llegado a entender nunca, sin embargo un aspecto común que comparten todos los críos con los que he trabajado es su afición por dibujar.
Siempre intentan mostrar de algún modo su mundo a base de trazos, en ocasiones, incomprensibles hasta para los profesionales. Sólo los que están todo el día entre pinturas, lienzos, colores y paletas han podido interpretar los dibujos de los niños y los han versionado, haciendo auténtica obras de arte.
Cada vez que algún niño o niña me haga un dibujo creo que voy a contactar con un profesional de estos, más que nada para que me saque de dudas.
Vía: Amazing things