Al llegar el verano solemos intentar perder los kilos de más de la época invernal, apelando a recetas mágicas. Es bueno saber que estas dietas milagrosas lo único que hacen es desequilibrar el organismo y generar malos momentos posteriores.
Por ello, siempre se sugiere seguir una dieta de la mano de un profesional de la salud. Pero hoy, vamos a ver una serie de tips, que pueden colaborar en la pérdida de algunos kilitos y, por qué no, centímetros.
- Tomar al menos 2 litros de agua al día. Evitar las gaseosas y jugos artificiales. Reemplazar estas bebidas por agua potable.
- Comer frutas y verduras variadas, ya que las mismas son una rica fuente de alimentación y reserva de líquidos.
- Realizar algún ejercicio moderado al menos tres veces a la semana. En estas rutinas se debe evitar el exceso y la exigencia extrema. Por ejemplo, una caminata de 45 minutos al ritmo que nuestro cuerpo soporte, es ejercicio suficiente.
- Evitar estar muchas horas sentados o acostados.
- Evitar ingerir frituras, comidas rápidas, golosinas y harinas en exceso.
- Hacer al menos cuatro comidas completas. Las mismas deben presentar raciones abundantes pero no exageradas.
Como podrán apreciar, las pautas son pocas y claras. Además, no revisten gran dificultad. Las mismas colaborarán en llevar a cabo una dieta equilibrada y balanceada con las actividades que nuestro físico puede llegar a desempeñar. Por ello, las esferas internas y externas del organismo se hallarán en total sintonía, logrando resultados armónicos.