Alguna vez que otra hemos oído lo duro que es el entrenamiento militar, lo difícil que es aguantar horas y horas de entrenamiento y adiestramiento, pero os aseguro que nada comparado con esta disciplina asiática.
Un par de agujas para mantener la cabeza bien alta, y pobre del que se le ocurra tirar algo al suelo… que lo de por perdido.
Vía: Yeah Oops!