Os acordáis del post “El niño más gordo del mundo” versus “El tipo más ligero del mundo”, pues el niño gordo creó conciencia mundial e introdujo a una nueva raza de comedores compulsivos, activos y sin remordimientos, que además no dudan en retarte a comer 40 empanadillas en el menor tiempo posible.
Que mal cuerpo se me ha puesto… ah! y por cierto, esto es igual que cuando los chavales de raza negra utilizan palabras xenófobas para dirigirse entre ellos. Peso un huevo y mido un huevo y medio, así que puedo utilizar palabras como gordo, comilón, obeso y tragaldabas sin sentirme dañado, ofendido y subestimado, además, dejen de engañarse, el gordo es gordo, el negro es negro y el flaco es flaco.
El blog de adjetivos políticamente correctos está en otro lado… aquí no.