El final de esta historia es bastante divertido, es por eso que te la dejo aquí para que te eches unas risas, seguro que si tienes hijos saben de lo que estos padres hablan (quizás lo mejor es que debieran haberla seguido para saberlo).
Un padre la da a su hija un juego de té como regalo y éste se convierte en uno de sus juguetes favoritos con el que siempre juega.
Cuando el padre está en el salón cuidando de su hija y absorto en el periódico, la niña le lleva una taza de té que solo contiene agua. El padre, después de mirarla, le coge la taza y se la bebe alabando lo bueno que está el té de su hija.
Tras varias tazas más de té la mujer y madre llega del trabajo y el padre le pidió que se quedara en el salón mientras la princesita de la casa le llevaba una taza de té a ella porque era «lo más hermoso que había pasado en ese momento».
Su esposa esperó y, por supuesto, la niña llevó dos tazas, una para su papá y otra para su mamá. Ambos cogieron la taza pero la mujer miró a su esposo y lo vio beber el líquido de la taza como si fuera lo más delicioso que había bebido nunca y entonces le dijo, con voz tranquila:
¿Se te ha ocurrido pensar que el único lugar donde nuestra hija puede llegar a conseguir el agua es del inodoro?
Ahora lo único que me da por pensar es el final que debe haber tenido la historia de haber sido real, es decir, de que algún niño lo haya hecho. ¿Se pondría malo el papá?
Vía Miss Cellania