Algunas comidas rápidas también llamadas fast food son muy comunes entre la juventud como por ejemplo: las patatas fritas, las hamburguesas, los batidos, los perritos calientes, la pizza, el pollo frito….No obstante no son lo más adecuado.
La verdad es que no hay nada de malo en estos establecimientos de comida rápida si se acude a ellos de una forma esporádica. Pero, cada vez mas número de personas lo convierten en la base de su alimentación y no son conscientes de los peligros nutricionales que trae consigo estas comidas rápidas. Este tipo de menús tiene una desequilibrada composición nutricional, muy poca variedad de productos. Además con tan solo una comida fast food ingerimos más de la mitad de las calorías diarias que necesitamos. Si además añadimos las calorías del resto de comidas del día, el contenido calórico total se dispara, con lo que estaremos favoreciendo la aparición de un problema de sobrepeso.
El alimento básico de estos establecimientos suele ser la carne que aunque, ingerida moderadamente, es un buen alimento, si abusamos de su consumo constituye caemos en un error alimentario por su elevado aporte de colesterol, proteínas y grasas saturadas.
fuente: consumer