Vera Chytilova puede no haber sido un personaje famoso dentro del cine que todos asociamos con la industria norteamericana de Hollywood, y sin embargo su muerte en las últimas horas no deja de ser un buen momento para destacar la trayectoria de esta mujer, que fue considerada por muchos de los amantes de la pantalla grande de la República Checa, como la primera dama del cine nacional.
En concreto, estamos hablando de una de las directoras europeas más importantes del cine europeo en el último siglo, considerando de hecho que ella modificó en muchos aspectos lo que se conocía de las películas y el cine de la ahora denominada República Checa, sobre todo con sus producciones a partir de la década del ´60.
Chytilova, quien falleció a los 85 años de edad el pasado miércoles en Praga, aunque la noticia recién se conoció ya cerca del fin de semana, fue además una luchadora de los derechos de su pueblo, que no la olvidó ni siquiera en sus momentos terminales, cuando se sabía que luchaba contra una enfermedad que no había sido confirmada por sus familiares ni otros allegados.
Las margaritas, su obra cumbre
Entre todas las producciones de Chytilova que le dieron fama, es justo destacar especialmente el caso de «Las margaritas» («Sedmikrásky») de 1966, una obra que representó un cambio radical acerca de la forma en la que se entendía el “realismo socialista”, un género que provenía de la era comunista, y que hasta su decisión, no había sido podido desterrado de la sociedad local.
Otra curiosidad con respecto a la vida de esta directora, es que ella, a diferencia de Milos Forma, Jan Nemec e Ivan Passer, no dejó el país cuando explotó la invasión soviética a finales de la misma década de los ´60. Aunque claro, sus películas fueron prohibidas por muchos años.