Dos de los actores más importantes del siglo pasado nos han abandonado en las últimas horas, como si de un guiño del destino se trata que su partida se produjera con apenas días de diferencia. En el primero de los casos, se trata de Larry Hagman, famoso a nivel internacional por haber sido “el malo de Dallas”, aquellas telenovela estadounidense, que acaparó a una impresionante cantidad de público hace décadas; y en segundo término, ni más ni menos que Tony LeBlanc -foto-, un grande del cine español.
Yendo al primero de los hombres que viene a colación, Hagman, debemos decir que se trata del actor que interpretó durante años a J. R. Ewing, el villano de la telenovela norteamericana Dallas, quien falleció de cáncer el último viernes a los 81 años, justamente en un hospital de la ciudad que comparte nombre con la producción que le llevó a la fama, en Texas, y luego de haber luchado todo el año pasado con un cáncer de garganta. De hecho, los problemas eran una constante en su vida, y en 1995 había recibido un trasplante de hígado debido a su adicción al alcohol, que posteriormente también le causaría este cáncer.
Por otro lado, en el caso de Tony LeBlanc, cuyo nombre real era Ignacio Fernández Sánchez Leblanc, su deceso se produjo en las últimas horas, a los noventa años, y debido a un fallo cardíaco que le ha llevado a a despedirse de la vida terrenal en su domicilio de Villaviciosa de Odón, siendo despedido en el día de hoy, desde las nueve de la mañana, y ante una gran cantidad de público, en el Teatro Fernando Fernán Gómez, en Madrid. Al mismo tiempo, la Academia de Cine de España ha confirmado el deceso de uno de sus mayores exponentes, al tiempo que acercó el dolor de todos los que forman parte de la institución a su familia.