Si ayer informábamos que el Pentágono de los Estados Unidos probaría por estas horas una nave de velocidad supersónica, que le permitiera a una persona desplazarse entre las ciudades de Nueva York y Londres en apenas una hora, también tenemos que decir que el primer vuelo de este prototipo ha sido un rotundo fracaso, en vista de una falle en la nave que produjo su choque a los minutos de ser despegada, y posterior desaparición.
De hecho, el fracaso de esta nave que pretendía realizar un vuelo a una velocidad seis veces superior a la del sonido, en un nuevo revés para el desarrollo del vuelo supersónico, teniendo en cuenta que el X-51A Waverider fue diseñado para que alcanzar una velocidad de mach 6, siendo que a partir de mach 5, se considera que una nave ya vuela a velocidad supersónica.
Sin embargo, en su primera prueba, luego de ser lanzado el martes desde un bombardero B-52 sobre el litoral de California, se reportó que la nave sufrió una falla en una aleta de control que impidió el encendido del motor, perdiéndose para siempre.
“Es desafortunado que un problema con este subsistema causara la terminación (de la prueba) antes de que pudiéramos encender el motor de combustión supersónica” comentó en este sentido Charlie Brink, del laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea en la Base Wright-Patterson de la Fuerza Aérea en Ohio, aunque este mismo vocero quiso destacar el entusiasmo con el que ya se piensan nuevas pruebas del prototipo.
Entre los elementos positivos de la prueba, no obstante, también se puede destacar que el Waverider se separó sin problemas del B-52 y encendió su impulsor cohete conforme a lo previsto. “Toda la información que teníamos mostraba que habíamos creado las condiciones correctas para la ignición del motor y teníamos mucha expectativa de probar nuestros objetivos” finalizó Brink al respecto.