Todos amamos/odiamos a algún tipo de animal domestico, en mi caso particular, no me gustan nada los gatos. Me da rabia su aire arrogante, su estúpido comportamiento, la individualidad que rezuma de esa bola de pelos que les sale de la boca, la maldita manía de apropiarse con todos los altillos, la agilidad pasmosa para salir zumbando de cualquier situación y ese lomo erizado en el momento que se sienten amenazados.
Pero salvo por esos detalles, debo reconocer que en estas imágenes los dichosos gatitos tienen gracia. Es curioso cómo les llega a gustar los ordenadores, yo creo que llegan allí con intenciones de cazar algún ratón, pero descubren la fría, dura, amarga y triste realidad de los ratones de plástico, pobrecitos en el fondo no me dan pena.
Tras el salto el resto de imágenes de estos adorables animalitos.
Vía | Pawesome