Mira que nos complicamos la vida a veces. Y es que cuando uno comete un error los demás lo saben y lo ven, teniendo que rectificar y al menos poner bien lo que ha escrito, sobre todo los niños que al principio son quienes más se equivocan.
Pero equivocarse en algo que se aprende desde pequeños, y encima salir publicado, eso ya es mucho más difícil y el bochorno que conlleva aún mayor. De pequeños aprendemos que la mayoría de los animales nacen del vientre de la madre y que los cerdos nacen de las mamás cerditas, un montón de cerditos que nacen pasado un tiempo (ahora mismo no recuerdo cuánto).
Pues bien, parece que donde se escribió este texto no se da así la lección, o ese día se perdió el pobre hombre o mujer que haya escrito el texto porque dudo mucho que se puedan encontrar «Pig Eggs» o, lo que es lo mismo «Huevos de Cerdo».
Además, si te fijas bien el precio por esos huevos, teniendo en cuenta lo rarísimos que son, es un precio irrisorio,de esos que te echas a reír y después empiezas a llenar el carro de la compra con ello porque está tan barato que no te lo puedes creer.
No se lo que habrá pasado finalmente y si les llamaron la atención o no porque este es un caso de publicidad fraudulenta, es más, alguno puede ponerse terco y exigir aquello que se anuncia (aunque para eso ya se guardan las espaldas diciendo que puede haber errores en los textos). Sea como sea desde aquí te digo que, por ahora, huevos de cerdo, no existen.
Quizás en el futuro nos encontremos con otra cosa pero lo que es en el presente no vas a encontrar, por muchos textos que veas así.
Vía: Bits and Pieces