Irene y Rober son dos jóvenes de 26 y 39 años – sí, la juventud no está en la edad – que han puesto en marcha un proyecto muy curioso. Se dedican a restaurar viviendas rurales abandonadas a cambio de poder vivir en ellas durante un tiempo y una remuneración. Una manera de ganarse la vida muy original que beneficia tanto al dueño de la casa, que la recibe completamente restaurada, como a ellos, que pueden permitirse viajar y alojarse en parajes naturales muy hermosos.
Como ellos mismos narran en su blog, pretenden fomentar una manera alternativa de trabajo en el que prime la creatividad y la calidad de las relaciones humanas. En la página puedes ver paso a paso uno de sus proyectos. El exterior es el que te mostramos en la foto principal, pero si quieres ver verdaderas maravillas no dudes en ver el blog. ¡Te sorprenderás!
Este trabajo, además de resultar original, es muy respetuoso con el medio ambiente. Los materiales utilizados son un 20% más baratos de lo que normalmente se gasta en una reforma porque son reciclados. Así, además de rebajar notablemente el precio de la obra, ayudan a que el mundo sea un lugar un poquito más verde.
También los dueños de la casa reciben un gran beneficio: al bajar los costes pueden acometer la reforma que, de otra manera, a lo mejor no podían permitirse. Al contrario de lo que se pudiera pensar, no consiste en restar calidad, sino en “usar la imaginación”, como ellos mismos señalan. De esta forma consiguen acabados increíbles mejorando notablemente el aspecto anterior.
Esta curiosa iniciativa es una muestra de cómo ganarse la vida en tiempos de crisis a la vez que se puede viajar y disfrutar del paisaje de cualquier zona de España. Seguro que conoces a alguien que quiere restaurar su caserón y no sabe como hacerlo. ¿Por qué no les hablas de esta idea?