Con tan sólo ocho años, Aaron Bond ya había hecho una página web. Con trece desarrolló un divertido juego para Iphone. El año pasado fue reconocido como el desarrollador más joven de Europa. Todo un logro para un joven que, además, ha aprendido todo lo que sabe de manera autodidacta. Y todo sin haber terminado aún el colegio.
La historia de Bond sería una más de esos cerebritos prodigio que sorprenden desde las pantallas de los informativos. Hasta que ahora, con 14 años, conocemos el primero de sus puntos negros en el historial – esperamos que no sean muchos-. El joven ha sido expulsado del instituto King Edward VI College por hackear el sistema informático del centro.
Lo cierto es que no hizo mucho daño: abrió un agujero de seguridad y pudo acceder a información confidencial sobre el alumnado y el personal docente. Incluso se atrevió a modificar el boletín electrónico y algunos datos de la residencia de estudiantes. Pero nada más.
Estas acciones han sido suficientes para que el centro lo expulsase para siempre. A pesar de que el joven ha señalado estar muy arrepentido, no ha sido bastante. Según los periódicos locales, este joven ya ha sido admitido en otro colegio y continúa con su formación. Seguro que si sigue con su increíble carrera en el mundo de la informática y hacen una película sobre su vida, este episodio será una de las que veamos en la gran pantalla.
Así que ya sabéis, pequeños monstruitos de la informática: probad con webs, cread aplicaciones, desarrollad nuevos sistemas operativos… ¡pero no entréis en la intranet del insti para cotillear!