Se sabe que las flatulencias son tan incómodas como inevitables, así que los científicos, en este caso los japoneses, que se encuentra a la avanzada de las cuestiones más importantes como de aquellas que no lo son tanto, han asegurado haber inventado un dispositivo, que le permitirá a quienes lo utilicen, poder despedir sus gases prácticamente sin que nadie se de cuenta, incluso bajo las peores condiciones.
La cuestión del caso es que para lograr su objetivo, estos científicos han algunos cuartos de baños con sonidos, como por ejemplo el canto de un pájaro o el de una cascada, para poder cubrir los ruidos ocasionales que pudieran suceder, de forma que no sólo afecta el sistema al olor de los gases, sino especialmente al ruido, una vergüenza de la cual es muy difícil regresar.
Este invento, uno de los más recientes productos de la compañía japonesa Seiren, acaba de lanzarlo al mercado, promocionando el mismo mediante la idea de unos “calcetines sin olor”, que nos permitirán la posibilidad de despedir todos nuestros gases, sin que nadie se de cuenta de que así lo hemos hecho, ni siquiera las personas que se encuentren a escasos centímetros.
En tal sentido, quien se refirió al asunto fue el propio Nami Yoshida, portavoz de la compañía japonesa, quien ha explicado a la prensa de su país que “hemos tardado varios años en poner a punto un calzoncillo desodorante que sea confortable y al mismo tiempo elimine rápidamente los fuertes olores”, además de señalar que no sólo los venderán a hospitales, sino al público general, por la importante demanda de la que ha sido objeto.
“Un número increíble de gente se puso a comprarlo, especialmente los hombres de negocios que tienen varias entrevistas en una jornada”, ha explicado el desarrollador al respecto de este invento, cuya diferencia con otros semejantes radica en que posee partículas de cerámica, dentro de sus fibras textiles.