Mientras hemos visto en las últimas semanas a algunos de los mejores atletas de Londres competir para romper récords mundiales y llevarse alguna medalla de los Juegos Olímpicos, no podemos dejar de lado que otra competencia, aunque de una índole muy distinta, se llevó a cabo en la ciudad de Nueva York, donde once jóvenes pelearon por ver quien era el más rápido en enviar un mensaje de texto.
Lo cierto es que además, si tenemos en cuenta que en Estados Unidos existen más teléfonos móviles que personas, esta competencia no ha pasado desapercibida, permitiéndole al joven Austin Weirschke, de 17 años, la posibilidad de revalidar su título al ganar la sexta edición del Campeonato Nacional de Envío de Mensaje de Texto.
Lo mejor para Weirschke es que de esta forma logró llevarse un premio de 50.000 dólares, una cifra apenas inferior a la que había ganado el año pasado, por lo que ya se le está volviendo un modo de mida evidentemente, y parece que el chico trabaja duro para ello durante el resto del año, poniendo a prueba factores como su precisión, velocidad y destreza.
Incluso, para probar que evidentemente se estaba en presencia de uno de los hombres más rápidos para escribir mensajes de texto, al menos en Estados Unidos, todos los participantes tuvieron que superar pruebas que incluyeron la escritura de SMS de forma tradicional, es decir, con ambas manos, y luego en otras categorías, como al clásico estilo de los Juegos Olímpicos, algunas de las cuales incluyeron escribir con una mano por detrás de la espalda, y otro directamente sin ver la pantalla del móvil.
“Enviar mensajes de texto es la mejor manera de comunicarse. Uno piensa más en lo que va a decir y uno ofrece sus pensamientos en un lenguaje hermoso y claro” explicó el propio Weirschke tras proclamarse ganador de la competencia.