Cuando el tiempo dice de hacer frío, hace frío, tanto es así que puede llover, hacer viento helado, helarse las cosas o nevar, todo en uno. Y claro, donde se está mejor es en casita porque allí tienes calor, tienes a tu familia, alguien que te caliente y, en definitiva, puedes estar mejor que fuera. Así que dejas el coche, te metes en tu casa y listo.
Claro, que después llega el problema. Y no un problema pequeño a la vista de esta imagen, sino uno bien grande. Porque… ¿recuerdas dónde aparcaste el coche? ¿Puedes decir viendo la imagen, cuál sería tu coche? No se yo si las personas que han tenido su coche ahí escondido no han tenido que jugar al escondite.
Seguro que te los imaginas con varias herramientas excavando en busca de su coche. Los gritos de alegría que debieron pegar aquellos que encontraron su coche, como si hubieran encontrado los huesos de un dinosaurio que nadie más conoce.
Lo que pasa es que ahora me viene otra pregunta. ¿El coche arrancará? Porque a decir verdad ha estado bajo la nieve, seguramente toda la noche, la carrocería desde luego ha de estar mal y si el agua ha entrado en el motor puede que no arranque tan fácilmente.
La de daños que debieron ocurrirle a los coches en esos momentos. A decir verdad es increíble cómo puede nevar a ese nivel (teniendo en cuenta que en España nos estamos helando, en otros países la nieve es algo que siempre ocurre en esta estación).
Sea como sea, yo mejor me la juego con la cancioncilla: Pinto, pinto, gorgorito, a este excavo, a este no, dime cual mi coche es (invención propia, a ver si así uno tiene más suerte para encontrar su coche a la primera).
Vía: Bits and Pieces