El verano ya se acaba y poco a poco todos vuelven a su rutina. Y es hora de echar una mirada atrás. Pero, ¿cuál crees que ha sido el balance? ¿Qué ha sido lo que más ha abundado en estas fechas? ¿Turismo cultural, deportivo, de diversión…?
En realidad creo que, bajo mi punto de vista, lo que más se ha podido ver ha sido un desfase total y una insensatez que antiguamente hubiese provocado la sorpresa e indignación de muchos sectores.
No comprendo el porqué de este jolgorio y locura compulsiva que hemos podido ver en casi todos los rincones del país. No se ha aprovechado el tiempo para leer, estudiar, visitar lugares históricos o disfrutar de una manera ordenada en la playa y en la discoteca. Lo que más ha abundado ha sido el alcohol, las drogas y la marcha desenfrenada.
Hemos podido ver con tristeza, al menos yo, cómo todos estos excesos han provocado serios disturbios y accidentes con resultado de muerte en varios casos. Jóvenes de entre 15 y 25 años que se comportan como auténticos salvajes cuando prueban el alcohol. Que empañan la buena reputación que durante tantos años se han ido cultivando los pequeños pueblos costeros.
Fuente: luventicus