Os aseguro que si me tuviera que ir a alguna parte del mundo a vivir ni se me ocurriría aparecer por Dunedin, ciudad al sur de Nueva Zelanda, que posee el "bonito" record de tener la calle más empinada del mundo.
Creo que ir a por el pan todos los días debe ser un auténtico coñazo…
La calle en cuestión se llama Daldwin Street, y como ya os he dicho, es simplemente matadora para los vagos como un servidor.
Vía: 35 millimeter