Increíble, pero real. Así es la cosa en esta llamativa edificación de la ciudad de Moscú. La llaman “la casa invertida”, tiene el tejado clavado en la nieve que cubre el principal centro de exposiciones de la ciudad. Está de más aclarar que se ha convertido de la noche a la mañana en una atracción turística que nadie quiere perderse.
Por lo que pudo saberse, según declaró el empresario autor de la iniciativa, el señor Alexánder Donskói, él ha viajado por demasiados lugares y ciudades del mundo, y en uno de sus tantos viajes vio una de las mismas características y decidió que no podía ser menos. Creyó que el lugar indicado para llevar a cabo esta atracción sería Rusia, y por eso la edificó en Moscú.
Alexánder explica que la edificación del hogar tardó en realizarse algo así como 45 días, superando ampliamente el récord que poseían hasta ese momento los polacos, quienes tardaron unos 114 días en realizar la misma tarea. Para describir esta loca y atrevida casa, será necesario aclarar que nada más al entrar en la misma la persona siente una sensación de vértigo, ya que en primer lugar todos los muebles se encuentran amurados al techo, pero además, el suelo posee adrede una inclinación, hecha premeditadamente para agudizar esa sensación.
El hogar esta compuesto por madera, tiene un techo a dos aguas, y posee una habitación exclusiva para niños, un salón, un comedor, un dormitorio y un cuarto de baño.
Con algo de desazón, Alexánder cuenta que muchos de los turistas que se han acercado a conocer la atracción han tenido la maravillosa idea de colgarse de los muebles suspendidos del techo y obviamente han roto más de uno. Por si fuera poco, Alexánder asegura que tiene en mente construir otra similar, pero esta vez en la antigua capital zarista, San Petesburgo.