Por suerte en Europa, no vivimos bajo un régimen dictatorial, pero tenemos dirigentes políticos que están en una campaña electoral permanente, eso es una denegación de la democracia. Otro ejemplo es la edad media entre los elegidos a la asamblea nacional francesa es más de 60 años. Esto significa que no se preocupan mucho por los problemas de la juventud. Los movimientos sociales del año pasado fueran necesarios para que los asambleístas renunciaran a un sistema de jubilación que era muy favorable para ellos. La representación democrática ahora es una verdadera profesión que proporciona poder y dinero. Para mantenerse en el poder, los dirigentes políticos franceses usan un sistema de corrupción legal: extensiones fiscales, subsidios, compensaciones, etc. Son numerosos los beneficiarios, pero las mejores partes del pastel quedan en las manos de las élites. Todo esto hace huir las inversiones productivas, desaparecer los empleos, poner en un círculo vicioso los trabajadores, los creadores, los empresarios, la juventud, cuyas perspectivas de porvenir se cierran, y al final, arruinan el país con una montaña de deuda que alcanza hoy más de 1,6 millones de euros, ya que la misma sociedad lo impulsa a todo esto y los jóvenes de este milenio esta afligido por tanta injustica de los poderes del estado.
Fuente: Europa