En un mundo donde la salud auditiva suele ser subestimada, se plantea una inquietante realidad: para cuando alcancemos los 80 años, la mayoría necesitará asistencia auditiva. Este dato, lejos de alarmar, invita a reflexionar sobre el impacto de la inteligencia artificial (IA) en la salud y el bienestar humano.
Un experto en neurociencias y IA de Stanford, al frente de innovaciones en Starkey, una destacada compañía de audífonos en EE. UU., ha mostrado entusiasmo por una revolución en curso. Esta transformación va más allá de abordar enfermedades; redefine nuestra comprensión de cómo optimizar la salud.
Recientemente, un importante avance en la IA se dio en la Universidad de California, San Diego, donde el sistema GPT-4.5 de OpenAI pasó el legendario Test de Turing. Este logro indica que la IA puede convencer a evaluadores humanos de poseer capacidades de razonamiento y comunicación superiores a algunos humanos. El Test de Turing, vigente durante 75 años, ha sido crucial para medir el progreso de la IA.
Más allá de la hazaña técnica, este avance sugiere un cambio radical en la percepción de la IA, especialmente en la atención médica, al moverse hacia un modelo de atención personalizada. La IA permite tratamientos adaptados a las necesidades individuales, lo que podría revolucionar diagnósticos y cuidado del paciente.
Un estudio de 2019 de Imperial College London y la Universidad de Cambridge demostró que una red neuronal superó a radiólogos en identificar tejido canceroso en mamografías. Fue uno de los primeros signos del potencial transformador de la IA en diagnóstico médico.
Un estudio reciente en UC San Diego comparó respuestas a preguntas médicas entre humanos y ChatGPT 3.5. Sorprendentemente, la IA ofreció respuestas más precisas y empáticas que los médicos humanos. Esto sugiere que la IA podría complementar la atención médica, ofreciendo respuestas más adaptadas y eficientes, lo que favorece su integración en la práctica diaria.
La evolución de la IA en el sector sanitario promete mejorar diagnósticos y tratamientos, y transformar la relación médico-paciente hacia algo más humano. Con la IA como aliada, el futuro de la salud se acerca a un ideal de personalización y empatía sin precedentes.