En las últimas semanas, ha conmovido al mundo la noticia de que un grupo de científicos originarios de Singapur ha inventado un retrete ecológico que convierte la orina y las heces en abono y combustible, con la gran ventaja que significa además que, mediante este proceso, se ahorra cerca del 90% del agua que se gasta en algo tan intrascendente como ésto.
De hecho, estos investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang, han informado a la prensa local acerca de la creación del primer prototipo del inodoro que recicla, y que ha sido llamado “No-Mix Vacuum”, aunque hasta ahora sólo se sabe que el mismo empezará a prestar servicio en los excusados de esta institución académica de Singapur a partir de los primeros meses del año que viene.
En tal sentido, Lester Kok, del Departamento de Comunicación del centro educativo en cuestión, ha manifestado que “la Universidad está preparando su propio retrete para el año que viene. Varias compañías, incluidas promotoras de viviendas y hasta un parque temático han mostrado ya interés en este sistema evacuatorio desde que se anunció”.
En cuanto al funcionamiento de este dispositivo, debemos decir que contiene dos recipientes, los cuales se manejan por separado, y se encargan de hacerse con los desechos sólidos y líquidos respectivamente, además de ofrecer a los usuarios un sistema de succión similar al utilizado en los lavabos de los aviones, que permitirá de ese modo ahorrar una gran cantidad de agua.
Luego, la orina es transportada a una cámara donde se descompone en nitrógeno, fósforo y potasio utilizados como fertilizantes, mientras que los excrementos son expuestos a una reacción que los procesa, y transforma directamente en biocombustible de metano, un material que se utiliza para sustituir al gas natural en los fogones de la cocina o puede ser empleado como productor de electricidad.