Por cualquier comuna o administración municipal de Santiago de Chile por donde se transite se puede observar algún colegio o facultad tomados por los estudiantes, carteles exigiendo el fin a un sistema que aúpa el lucro y de una educación pensada en el mercado, y por tanto a favor de la gratitud, expresan las demandas. Están allí de día de noche.
El frio del invierno chileno es muy crudo, aunque en estos días la primavera comienza a abrigar. Los jóvenes estudiantes se muestran desconfiados. Se sienten maltratados por que de las manifestaciones algunos medios solo han reflejado la violencia que desatan los encapuchados de siempre, que con su violencia desprestigian el movimiento.
Los jóvenes llevan casi 4 meses de paro y no quieren irse de ahí hasta que el gobierno de respuestas favorables a sus demandas, aunque están conscientes que es imposible una reforma total en lo inmediato.
Fuente: starmedia
