Los primeros pasos de cualquier animal siempre llenan de ilusión, más cuando tú eres parte importante de ese animal. Si te emocionas con los pasos de tus hijos, también lo haces, en menor cantidad, con los de tus mascotas o, en este caso, con un elefantito y sus primeros pasos.
Lo ves ahí, tan grandote y gordito, que no piensas vaya a ser patoso, pero claro, son sus primeros pasos.