Ya tenemos el regalo perfecto para todos aquellos cantantes de ducha. La esponja micrófono, y es que si juntamos esos dos conceptos conseguimos un curioso invento que seguro podemos encasquetar a algún amigo. Yo personalmente podría dárselo a mi hermano, que no deja de cantar a ninguna hora del día.
Si es que los mejores inventos son auténticas estupideces 😀
Vía: Yeah Oops!