Entras a una tienda. Observas los productos y preguntas al encargado. Inisistes. Lo mareas un poco haciendo consultas y, finalmente, eliges un producto. Cuando llegas a casa, te conectas a internet, rellenas un formulario sobre el trato que has recibido en la tienda y lo envías. A final de mes, recibes dinero por tu informe y además habrás contribuido a mejorar el trato hacia los clientes. ¿Te parece mentira? No, es un trabajo que puedes hacer tú mismo y que tiene el nombre de «Cliente misterioso«. No será el empleo de tu vida ni podrás optar a un sueldo para mantenerte, pero sí puede ayudarte a pagar algún capricho.
El Cliente Misterioso se dedica a ir a tiendas o restaurantes por encargo. Según te diga la empresa tal vez tengas que comprar un producto o solicitar información al personal de la tienda. O tal vez, comer uno de los nuevos platos del restaurante de moda de tu barrio. Tu misión será evaluar el trato de los encargados, la calidad de los productos y, después, informar a tu empresa.
Es importante que durante tu visita no desveles nunca tu identidad. Si la empresa evaluada sabe que eres un cliente secreto, seguramente te tratará con más cuidado y una atención favorable hacia ti. El trabajo, en realidad, pretende conocer cómo es el trato diario hacia los clientes normales. Los estudios suelen encargaralos las propias empresas para evaluar a sus empleados de manera secreta.
Lo mejor de todo es que suelen pagar por cada una de las visitas y además, tú no tienes que gastar dinero en el producto que compras: o después lo descambias, por orden de la empresa que te contrata, o bien te dan el dinero, justificándolo con la factura.
Si te decides por esta opción, tan sólo tienes que buscar en Google algunas empresas en tu ciudad. ¡Seguro que encuentras alguna!