Una mujer convierte la tumba de su esposo en una casa

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Dicen que en la muerte lo único que se disipa es el cuerpo, pero que el alma sigue su camino. Eso al menos parece ser lo que entendió Adriana Villarreal, una mujer argentina de la provincia de Misiones, que decidió transformar el panteón donde reposa su difunto marido en una casa completa, con muebles, cocina, televisión y todos los servicios que podría requerir una persona, si estuviera viva, claro está.

Lo concreto es que la Municipalidad de Dos de Mayo, una localidad de la provincia norteña, estimó esta misma semana que finalmente la tumba de Sergio Yede, siendo éste el fallecido, sea cerrada de forma definitiva, para de esta manera evitar que la misma se convierta en objeto de curiosidad de las personas que allí se acerquen, y que puedan terminar por provocar destrozos, y hasta instalarse en el lugar.

La cuestión es que Villarreal no sólo había acondicionado este sitio para darle el mejor descanso posible a su malogrado esposo, sino que además había adquirido la costumbre de ir a visitarlo, y establecerse allí los fines de semana de forma completa, sin mencionar de hecho que en vacaciones también podía instalarse en el lugar por una larga temporada, ante la incredulidad de sus vecinos y amigos.

“Mi idea es que no puedo pagar tanto dinero para quedarme en un hotel mucho tiempo y aparte lo vengo a ver a él, que es el único familiar que tenía”, explicó esta mujer, considerando además que ella se encuentra radicada en la capital del país, Buenos Aires, y que cada fin de semana realizaba un viaje de unos 700 kilómetros para poder ir a visitar a su marido.

El problema llegó, no obstante, cuando algunos familiares de los otros fallecidos que se encuentran en el panteón, realizaron quejas a las autoridades del cementerio municipal, porque la viuda “ponía la música a todo volumen”, lo que no permitía esas visitas llenas de congoja y tristeza que uno realiza a los seres queridos.

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