Increíblemente, los reportes de la prensa francesa indicaron en las últimas horas que una mujer de nacionalidad francesa viajó de ida y vuelta entre las ciudades de Lahore, en Pakistán, y París, Francia, de forma involuntaria: porque se quedó dormida y nadie se dio cuenta, algo que si bien puede llegar a pasar en algún que otro viaje, pocas veces sucede cuando las distancias entre ambos puntos son tan extremas.
En este sentido, los medios han destacado que si bien en un principio la idea de esta mujer, identificada luego como Patrice Christine Ahmed, era desembarcar en la capital francesa, pero como al detenerse la aeronave ella no se bajó de la nave, intuyeron luego que se trataba de la primera persona en subirse para el viaje de Francia a Pakistán.
Lo cierto es que las autoridades aeronáuticas en el aeropuerto Charles de Gaulle no se percataron de que la mujer descansaba plácidamente mientras la aeronave se encontraba en la terminal, y para cuando se percataron de su presencia, ya era una más de todas las personas que volaban desde Francia a Pakistán, por lo que fue imposible conocer su situación particular.
Lo peor pasó sin embargo luego, cuando Ahmed se despertó en pleno vuelo, siendo el mismo de ocho horas de duración en el mejor de los casos, cuando ya se encontraba a mitad de camino nuevamente a Pakistán, y a pesar de su desesperación, no existió otro remedio que llevarla nuevamente a Oriente para que regresara a Europa en el primer vuelo posterior al del incidente.
De esta forma, y aunque Ahmed ya se encuentra definitivamente en Francia, lo cierto es que debió pasar un par de días bastante convulsionados, con hasta tres viajes enteros de ocho horas cada uno, que fueron una interesante prueba para su paciencia, y un mensaje para que, evidentemente, deje de apostar por las pastillas para dormir en pleno vuelo.
