Tal como todos esperábamos, Javier Bardem se alzó con la preciada estatuilla dorada al Mejor Actor en la pasada gala anual de la entrega de los Premios Oscar que se realiza cada año en Hollywood.Y todos pudimos ver a Pilar Bardem acompañándolo, ya no como una consagrada actriz, sino en el rol de madre orgullosa de que su hijo, talentoso y capaz, haya logrado el primer Oscar para un actor español.
La actriz, que interpreta a una monja superiora en la obra teatral «La Sospecha», antes de retomar las funciones, atendió a la prensa que se agolpó buscando sus declaraciones de madre orgullosa y actriz consumada.
Exultante y feliz, no quiso hacer declaraciones sobre los proyectos que se agolpan en la agenda de un Javier redescubierto para el cine internacional, pero se limitó a asegurar que él está muy feliz y decidido a continuar en carrera, «esta es solo una parada para tomar impulso», añadió.
Antes de retirarse a su trabajo de actriz de cada noche en el teatro, dijo que «el Oscar es uno de los mejores regalos que me ha hecho mi hijo», y agregó: «pero me debe otro, pues me fui de la ceremonia sin poder saludar a George Clooney, esa es una deuda que le voy a cobrar…» bromeó.