Os juro que un día de estos se me olvida la cabeza en cualquier lado, y es que mí memoria no da para mucho. Mis amigos suelen decir que tengo la capacidad suficiente como para vivir y recordar el día a día, y es que más ya se me hace un poco… lejano, por lo que este invento no me vendría nada mal.
Es un recordatorio eficaz, fácil y barato, que es justo lo que necesito yo, ya que la economía no está muy bien estos días. Sólo necesitamos una pajita, un Post-It y una oreja donde colocarlo, y ya tenemos el “recordador” del día.
Vía Neatorama