En las últimas horas, la prensa norteamericana se ha encargado de relatar como, ni más ni menos que el Gobierno de Nueva York, ha dado su consentimiento para que un fabricante de preservativos entregue 10 mil vibradores de manera gratuita en las calles de Manhattan a todas las personas que los pretendan, y para hacer más extraño aún el caso, ubicando los mismos en los clásicos puestos de Hot Dogs, en muchos de los casos.
Lo cierto del caso es que el permiso fue concedido luego de que el gobierno suspendiera hace algunos días, el acto de mercadotecnia de la empresa Trojan, que justamente se encargaba de, en carros similares a los de comida rápida, ofrecer a las mujeres, y también a los hombres, los clásicos aparatos que les dan placer.
Sin embargo, y a pesar de lo que pudiera pensar uno, lo que sucedió fue que el gobierno alegó que demasiadas personas, tanto mujeres como hombres, se habían formado para recibir el obsequio, lo que suponía un problema para la seguridad y la circulación de otros transeúntes, motivo por el cual podía desarrollarse una maniobra de este tipo, pero sólo cuando la misma se desarrolla de una forma organizada.
Incluso, a tal punto ha tenido éxito la iniciativa, que algunas de las autoridades argumentaron también que la empresa debía pagar por un permiso para poder distribuir estos consoladores, como todos los demás proyectos que utilizan la vía pública para sus estrategias de venta o publicidad, lo que despertó situaciones de todo tipo, desde polémicas hasta risas en cuanto a los títulos de los diarios sensacionalistas.
Algunos de los titulares más ingeniosos, de hecho, tuvieron que ver con frases como “Los vibradores fueron puestos en posición de apagado”, “La entrega de vibradores tuvo un final anti-climático”, “El alcalde termina prematuramente promocional de vibradores””, y otros, que despertaron la curiosidad de todo el mundo.