Habéis pensado alguna vez qué queréis que se haga con vuestro cuerpo una vez os halláis muerto. Yo lo tengo muy claro. Creo en la liberación sexual y pienso llevar mis creencias hasta las últimas consecuencias, dándome de alta con el carné necrocard, en el que especifico claramente que, una vez muerto, dono mi cuerpo para la libre experimentación sexual.
De hecho he puesto que sólo se experimente con relaciones heterosexuales, porque una cosa es ser aperturista y otra muy distinta es abrirte demasiado a nuevas tendencias.
Simplemente tenéis que imprimir y rellenar, ponerlo en vuestra cartera y listo. 😀