Cuando leemos las Tres Leyes de la Robótica (bueno, en realidad cuatro), pensamos en un mundo del futuro que nunca va a llegar en el que robots y humanos son seres casi iguales que conviven día a día. Sin embargo, cada vez nos aproximamos más a esa realidad con inventos como iCub. Y es que este niño robot ya es capaz de interpretar con instrumentos musicales y en breve, sus creadores creen que podrá incluso componer canciones.
Unos científicos de la Universidad Pompeu Fabra está estudiando, a través de este modelo, la relación entre cerebro y mente a través de las conexiones y habilidades que posee. Pertenece a los llamados «sentient«, unos prototipos robóticos pensados para ayudar a personas dependientes, como personas mayores o discapacitados. Mientras se lanza públicamente, estos investigadores esperan llegar a crear robots socialmente inteligentes, profundizando en el campo de las emociones y los mecanismos neuronales artificiales.
El futuro de los robots inteligentes está cada vez más cercano, aunque siempre es un tema controvertido que tiene tantos defensores como detractores. Porque las historias de la ciencia ficción en el que la robótica se convierte en una amenaza para la humanidad han hecho que muchas personas comiencen a desconfiar de estos avances.
¿Llegarán algún día las máquinas a tener un pensamiento cognitivo similar al nuestro? Todo es cuestión de esperar, aunque yo creo que dentro de no mucho tiempo no sería raro encontrarnos con alguno de estos robots en los hogares. ¿Y qué pensaría Asimov, de todo esto?