Siempre he querido tener uno de estos saltadores, pero al ser un pelín grande, siempre he tenido algo de miedo a que el muelle reventara, que las estriberas se doblaran o que algo malo de verdad ocurriera… el caso es que como de costumbre, los americanos siempre hacen de cualquier cosa un deporte extremo y el pogo no iba a ser menos 😀
Después de esto, se te quitan las ganas de intentar nada.
Vía: YesButNoButYes